El otro día, en clase de Historia de la Filosofía y gracias a un comentario de mi profesor, descubrí que, aunque no lo parezca, la literatura, el cine y cualquier otro arte, esta profundamente empapado de grandes dosis de Filosofía. Y es de mi agrado descubrir que todas aquellas horas que pasé con los ojos sobre esos siete libros de distinto grosor que, posiblemente sean los más leídos del siglo XXI, no fueron filosóficamente en balde.
Me refiero, como se puede dar uno cuenta por el título a la saga Harry Potter(1) . Y es que, como decía este estudiado profesor, Joanne Rowling hace un buenísimo compendio filosófico y de la mitología clásica y germana para niños y jóvenes. Lo desgraciado del tema es que millones de chavales y chavalas de todo el mundo ni se imaginan que lo que leen tiene su base en la Mileto de S. VI a.C. Porque, y van a ser sólo pequeños ejemplos, gente como Tales o Anáxagoras, se mezclan entre los profesores de Transformaciones, Vuelo o Pociones.
Es notable que todos los animales fantásticos de la saga tienen su origen, o bien, en las mitologías de las islas británicas o de la cultura germana (madre de la sajona), o bien, de los mitos clásicos. Figuras como la esfinge, sabia entre las sabias (que me recuerda ahora mismo, por ejemplo, al Edipo Rey de Eurípides) o Fawes, el fénix de Albus Dumbledore que da nombre al quinto de los libros y que nos lleva, por ejemplo, al nacimiento de las cenizas tras el fuego purificador, a esa guerra como padre de todo, que nos lleva a su vez a la oposición de Amor y Odio de Empédocles, en la que siempre triunfaría el Odio para dar un nuevo resurgir. La oposición Amor y Odio, lucha de contrarios, bien contra mal, también nos es reflejada en uno de los aspectos estructurales de la obra de Rowling, esa lucha entre Harry y lord Voldemort, aurores contra mortífagos (interesantísimo origen léxico de las invenciones de la autora). Lucha que también es interior en Harry, dado que Voldemort se introduce en él y dado que existen semejanzas y uniones (la varita, por ejemplo) que nos dan la visión de un pasado o un nacimiento común. En este caso podemos concretar un génesis de la historia harrypottérica en aquella noche en el valle de Godric, donde el bebé de menos de un año sobrevive a esa mortal, a priori, maldición.
En este mundo, de cultura clásico-medieval, los magos estudian y salen como tales de una escuela, un lugar donde reciben información y formación de las ramas del saber. Me llama curiosamente la atención el hecho de que el colegio Hogwarts (que, aunque sorprenda, significa verrugas de cerdo) esté dividido en cuatro casas o residencias, dado que sus fundadores fueron cuatro. Interesante me parece la división hecha: Griffindor, para los valientes, fuertes y pasionarios, el león, el fuego; Ravenclaw, inteligencia, intelectualidad (que guarda intrínseca relación con la espiritualidad), el águila, el aire; Slytherin, casa de los antagonistas, maldad asociada a la fidelidad, la serpiente, la tierra; Huffelpluf, tesón, trabajo duro, el tejón o armadillo, la tierra o el agua(2) . Cuatro casas, cuatro animales, cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra; los cuatro arjés (u orígenes, puntos comunes) de los presocráticos pluralistas. Como origen de todo el fuego, Griffindor como casa principal y Godric Griffindor como impulsor de la fundación del colegio. El ser más inferior, de donde sale la maldad: la serpiente… reptil, la tierra; fidelidad, de los átomos más juntos (me pasé). Es llamativo que el orden utilizado siempre es Griffindor, Ravenclaw, Huffelpluf y Slytherin; a la hora de nombrarlas y en orden de estima a los personajes.
Hogwarst como inicio, divida en los cuatro arjés pluralistas, donde se repelen el mal y el bien y donde confluyen. Ahora la pregunta, de no difícil respuesta es, ¿cuál seria la analogía directa de Hogwarts como conjunto?
(1)Me es conocido un libro llamado Harry Potter. La Filosofía. No lo he leído pero por lo que sé, no trata lo que yo quiero exponer aquí, sino un comentario filosófico sobre la propia obra y su repercusión.
(2)Son dos los mamíferos, el león y el tejón, pero no podemos asociarlos con la tierra directamente, por lo que explico en la penúltima frase del mismo párrafo. Por lo que le podemos dar la caracterización del agua porque es menos fluida que el aire y el fuego y, por lo tanto con menos espiritualidad.
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