6 de diciembre de 2010

Y se sigue armando el Belén.

Año tras año, solsticio tras solsticio, todo se repite.  Quitando la nieve que este año se adelantó, todo va según los mecanismos que la sociedad tiene establecidos: empieza diciembre y las luces de las calles ya se encienden, los niños esperan ansiosos su regalos, en los cines la mayoría de los estrenos son infantiles, la gente se apresura a comprar lotería y se adornan las casas, los establecimientos y...  los colegios. Y, con ello, todos los años el mismo cuento: ¿hay que prohibir los belenes en los colegios?
                Para empezar una reflexión sobre este tema hay que fijarse en los elementos de la cuestión: prohibir. Es llamativo (palabra que me encanta escribir, dado que las contradicciones de este mundo son innumerables) que la gente que aboga por la libertad, la operación que más les gusta es prohibir. Porque, el motivo por el cual se considera negativo la colocación de nacimientos en las escuelas es que, para estas personas, esto ataca a la libertad religiosa. Y yo me pregunto: ¿prohibir una expresión pública de una tradición religiosa no es atacar a la libertad religiosa? Por lo que se ve, no.
                Y es que, a todos estos demagogos lo que les encanta es utilizar a la gente como vehículo de expresión de sus ideas. Ellos defienden esa prohibición, porque la consideran un ataque a los cultos de las personas que no profesan la fe católica. Pero, a ver, ¿preguntaron acaso esos señores a las personas que profesan el islamismo, judaísmo, budismo, etc., etc.; si el hecho de que se coloque un belén en una escuela ataca a su fe? Pues mi opinión es que no. Es más, estas personas se unirán a esa tradición, viéndola sólo como la colocación de unas figuritas (un juego), pero que les integra en una sociedad. Y si no lo quieren, pues no participarán. Ahora, en el momento en el que quieran manifestar públicamente su culto y su tradición, el colegio no sólo tiene que permitirlo, sino apoyarlo y protegerlo como hacen con, en este caso el belén. Porque hay que dejar una cosa clara: en la Constitución Española de 1978 (con la que no estoy de acuerdo en muchos aspectos, exceptuando entre otros este), se cita la aconfesionalidad del estado; aconfensionalidad que no es lo mismo que ateísmo o laicismo. Término éste último que requiere otra especial reflexión.
                Pero a mí esta historia no me cabrea, viene a ser lo mismo de siempre. Lo que me cabrea es que con la excusa de desligar la Navidad del catolicismo (que sería algo así como quitarle a la sidra, la manzana), sustituyamos lo nuestro por lo ajeno y perdamos nuestra cultura por hacer más rico al estadounidense.
                Es llamativo (y no me cansaré de decirlo) que el mismo espíritu que intenta eliminar la berza del pote asturiano sea la que imponga a un estandartizado san Nicolás (embotellado y vestido de rojo por una marca de jarabe convertida en emblema nacional de Moneyland). Es increíble adonde llega la hipocresía de la sociedad humanoide, el hombre utiliza y aprovecha una cultura negando y aborreciendo su base. Es como si (retomando el símil asturiano) promoviéramos el amagüestu, prohibiendo comer castañas durante su desarrollo y anunciando que su origen es zimbabuense.
                Y para todo aquel que intente arremeter contra esto exponiendo el verdadero origen de la celebración invernal del solsticio de invierno de los celtas o de los eslavos, yo le invito a celebrar de esa manera la llegada del invierno. Es más, le pediría que me invitase para formar parte de la misma y, si de verdad tiene una base solida e historiada,  me encargaría de promoverlo y de exigir su conservación por las instituciones políticas. Y no es en coña, os lo prometo.

3 comentarios:

  1. Próximamente:
    MIRADAS (Vida y memorias de un cuadro)
    Política, politicae.

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  2. Gran frase: "sustituyamos lo nuestro por lo ajeno y perdamos nuestra cultura por hacer más rico al estadounidense." Pero lo de desligar la Navidad del catolicismo no es una excusa, sino que es un propósito.
    Buscan acabar con el catolicismo porque así acaban con la raíz, la base, del país que pretender manejar a su antojo.

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  3. Como nota para este artículo, escribí el siguiente: http://entreronconesytinta.blogspot.com/2010/12/que-dice-de-verdad-la-constitucion.html
    Aclara un poco.

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